En el año 1984 Iveco culmina su gama 190 con el lanzamiento de los modelos TURBOSTAR. Los primeros camiones
de esta serie son el 190.33 TurboStar y el 190.42 TurboStar. Aunque hay evoluciones en todo el vehículo, el cambio
fundamental aparece en la cabina.
La cabina TurboStar derivaba de la cabina estándar de la gama 190. La idea era mejorar dicho habitáculo, no el desarrollo de uno nuevo. Aún así, los cambios eran numerosos: mayor anchura, techo sobreelevado, defensa delantera con faldón en material SMC (poliéster y fibra de vidrio), pasos de rueda con nuevo diseño, rejillas en las ventanas laterales, escalones en SMC, mayor altura de montaje sobre el bastidor, etc. Como opciones están disponibles la visera y un alerón superior regulable.
El interior se renueva completamente, con un salpicadero y un cuadro de instrumentos diferentes con un diseño envolvente que aproxima todos los mandos al conductor. Se cuida mucho el aspecto acústico y térmico con materiales aislantes en todas las zonas de la cabina. Para conseguir el mayor confort el habitáculo cuenta con pequeños armarios y varios huecos para guardar objetos. También dispone de una pequeña mesa extraíble en el salpicadero. Elevalunas y espejos eléctricos, asiento del conductor con suspensión neumática, volante regulable y aire acondicionado configuran el equipamiento de serie,
que se puede completar con la calefacción autónoma, una nevera y un calentador de platos.
En cuanto a mecánica, el 190.33 TurboStar está equipado con el motor 8210.22 S de seis cilindros en línea y 13.798 cm3. Turboalimentado y con intercooler, desarrolla 330 CV a 1.800 r.p.m. y presenta un par máximo de 173 mkg a 1.000 r.p.m. Por su parte, el motor del modelo 190.42 es el 8220.22 S, de ocho cilindros en V y un cubicaje de 17.174 cm3. Con dos turbocompresores y cuatro válvulas por cilindro ofrece una potencia de 420 CV a 1.800 r.p.m. y un par máximo de 193 mkg a 1.100 r.p.m. Este motor V8 permite a Iveco colocarse en el nivel más alto de potencia para un camión convencional, igualando al Scania 142 Intercooler que había llegado al mercado en el año 1982.
Hay que destacar que ambos motores contaban con un cubicaje considerable. Desarrollados por Fiat, este fabricante tardó en adoptar la técnica del turbo (el primer motor de este tipo apareció en 1980) y para conseguir mecánicas potentes optó claramente por las grandes cilindradas. Por ejemplo, en el caso del motor de seis cilindros en línea de 13,8 litros, la primera versión (obviamente atmosférica) data del año 1970 y en ese momento ofrecía 260 CV a 1.900 r.p.m. Esa misma potencia la conseguía Pegaso con su motor turboalimentado de 10,5 litros. Y la primera versión, también atmosférica, del motor V8 de 17,2 litros se presentó en 1975 con una potencia de 330 CV, incrementándose hasta los 352 CV al año siguiente. Continuando la comparación con Pegaso, la marca española llegó a esos 352 CV en su gama de camiones en el año 1974 con un motor turboalimentado de seis cilindros en línea y "solo" 12 litros. En el futuro Iveco pondría fin a esta estrategia de grandes cilindradas con la llegada de los motores de la familia Cursor en los años 1999 y 2000.
Para las cajas de cambio hay dos posibilidades: de serie la ZF 16S 190 de 16 velocidades sincronizadas, y opcionalmente la Fuller RT 14.613 de 13 relaciones en toma constante. La cadena cinemática se completa con un nuevo puente trasero de simple reducción de la firma Rockwell que sustituye al eje de doble reducción con "cardillas" habitual en los camiones pesados de Iveco.
La suspensión en la gama TurboStar consta de ballestas parabólicas, amortiguadores y barra estabilizadora en ambos ejes, con la opción de suspensión neumática de cuatro fuelles en el tren trasero (versiones P).
IVECO 190.48 TURBOSTAR
IVECO 190.36 TURBOSTAR
En 1987 el fabricante italiano lanza una nueva versión TurboStar con el motor de 13,8 litros potenciado hasta los 360 CV. Este modelo se convirtió en el favorito entre los clientes de Iveco en los años posteriores a su llegada al mercado español. Un detalle curioso es el hecho de que en el año 1990 se vuelve a aumentar la potencia de este motor de seis cilindros en línea, llegando a los 377 CV y, sin embargo, se mantiene el código 36. Seguramente, Iveco no utilizó el número 38 en este caso para evitar la confusión con la primera versión turbo del motor V8 que desarrollaba 381 CV y con el que empleaba dicho código.
Cuando apareció la gama TurboStar el tope de potencia estaba representado por el 190.42 de 420 CV, con el motor de ocho cilindros en V de 17.174 cm3. Se trataba de un motor sobrealimentado con dos turbos pero sin intercooler. Era fácil adivinar que Iveco incorporaría tarde o temprano dicho elemento a su motor más capaz. En el año 1989 llega al mercado el 190.48 con el V8 dotado de la admisión refrigerada que le permite pasar de los 420 CV (versión que se mantiene en el catálogo) a los 476 CV a 1.900 r.p.m. ofreciendo un par máximo de 209 mkg a 1.100 r.p.m. Con estas credenciales este 190.48 TurboStar se coloca en el grupo de cabeza de los camiones europeos más potentes, a solo cuatro caballos del motor OM 442 LA que Mercedes-Benz instala en su gama SK.
En los siguientes dibujos representamos un Iveco TurboStar 420 y un 480 acompañados por otros modelos que
destacaban por las prestaciones que ofrecían sus potentes motores en los años ochenta del siglo pasado.
TURBOSTAR - EUROSTAR
La gama TurboStar se mantuvo en la oferta de Iveco para el transporte pesado de larga distancia hasta el año 1993,
en el que aparece su sustituto, el nuevo Iveco EuroStar.